Polonia cuenta con un nuevo museo dedicado exclusivamente a la Segunda Guerra Mundial: el II World War Museum. Inaugurado con un éxito apabullante, ya es el nuevo icono arquitectónico de la ciudad costera de Gdańsk, donde oficialmente estalló la guerra.Diseñado por Studio Architektoniczne Kwadrat, dispone de 23.000m2 de superficie total, de los cuales, 5.000m2 corresponden con la zona de exposición permanente y 1.000m2 más para exposiciones temporales. Su arquitectura minimalista, su diseño y los colores escogidos por los autores se mezclan perfectamente con el entorno histórico de la ciudad. Su singularidad radica en la propuesta de exposición sumergida.
El museo está dividido en tres áreas que simbolizan la relación entre el pasado, el presente y el futuro: el pasado permanece oculto en las plantas subterráneas del museo, el presente aparece en los espacios abiertos alrededor del edificio y el futuro está expresado a través de un gran obelisco que emerge de la tierra y que aparece como símbolo de la catástrofe y esperanza de los supervivientes. Sin duda, un proyecto remarcable llamado a perdurar.
Reto del proyecto
El auditorio del Museo respira un aire solemne. Se trata de una sala circular, con capacidad para 300 personas, revestida en madera. Diseñada para uso polivalente, ha sido diseñada en tres bloques de asientos, dispuestos en filas curvas de ángulo abierto. La distribución de las butacas en dichas filas tuvo que hacerse conforme a las normativas de seguridad polacas. Las filas tienen un gran paso entre filas, de 1200mm, que asegura un gran confort a los usuarios. Las dos primeras filas, además, incluyen mesa plegable, pero el espacio de paso sigue siendo muy adecuado dado el reducido espacio que ocupa la butaca plegada. A nivel estético, la butaca debía encajar en el espacio, ser elegante, sobria y muy confortable.
Modelo suministrado
El auditorio del museo ha sido equipado con 300 butacas Figueras del modelo 6036 Flex, una butaca de gran confort y mínima volumetría, con retorno automático del brazo que hace que una vez plegada ocupe tan solo 47 cm. Además, en las dos primeras filas, las butacas están acompañadas de las mesas F48, replegable de uso individual para uso en conferencias y congresos.
El museo cuenta también con una sala dedicada específicamente a proyecciones, en la que se han instalado 115 butacas Figueras del modelo 8136 Megaseat. Esta butaca, ergonómica y de generosas dimensiones, ha sido especialmente concebida para espacios cinematográficos. No solo presenta una gran resistencia al uso intensivo, sino que es muy confortable y permite un visionado en las mejores condiciones.