La belleza natural única de sus paisajes y la diversidad de vida que alberga hacen del Pantanla paraguayo, ubicado en Alto Paraguay un excelente aspirante a ser reconocido por la Unesco como Patrimonio Natural de la Humanidad. La finalidad más importante del proyecto que se presentará es proteger esta área de numerosas amenazas, ya que el sitio comprende un espacio de 245.000 hectáreas, desde Fuerte Olimpo hasta Bahía Negra.
El Pantanal se extiende a lo largo del territorio de tres países, Bolivia, Brasil y Paraguay y constituye uno de los humedales de agua dulce más grande del mundo, cubriendo aproximadamente 150 mil km2 en la cuenca alta del Río Paraguay. En Paraguay particularmente se ubica en el extremo noreste de la región occidental y se extiende hacia el sur a lo largo del Río Paraguay hasta la zona del Río Apa.
En el territorio paraguayo, la vegetación típica forma un complejo de paisajes donde se alternan sabanas inundadas o pantanos propiamente dichos, lagunas, embalsados, ambientes de agua quieta, playas, bancos de arena, palmares de karanda’y (Copernicia alba), bosques, principalmente de quebracho colorado.
Su gran riqueza de vida silvestre, en particular aves, peces, anfibios, reptiles y mamíferos ha merecido que se lo reconozca a nivel mundial. Con respecto a la fauna acuática, se destacan más de 120 especies de peces; en cuanto a las aves acuáticas hay gran cantidad de tuyuyú, cigüeñas, garzas, patos, mbiguá y martín pescador. El Pantanal también alberga animales acuáticos como los yacarés, boas, nutrias y carpinchos. Por supuesto que también se encuentra en la zona una fauna única como iguanas, ardillas, nutrias gigantes o arira’i; las cinco especies de monos que hay en el país, y extraños lagartos como el viborón son especies estrella de este lugar.
Este sitio también es particularmente importante por mantener especies muy amenazadas como el águila coronada, el guacamayo azul, el guasu puku y el tatu carreta.
Culturalmente rica, esta zona del río se encuentra habitada por varias etnias indígenas; el principal grupo es el de los Ishir o chamacocos, con una cultura fuertemente influenciada por la dinámica del río.
La mayor parte de los hábitats en las márgenes del río se encuentran inalterados, a excepción de algunas áreas pobladas como Bahía Negra, Carmelo Peralta, Isla Margarita y Puerto Mortiño, estos dos últimos en Brasil.
Desde 2008 se busca que el Pantanal paraguayo sea un sitio patrimonial para el mundo, no solo por su espléndida naturaleza y su belleza única, sino poque en lo profundo también se produce una gran biodiversidad. Finalmente hace dos años se conformó un equipo técnico entre instituciones del Estado y una organización medioambiental que desarrolló el proyecto denominado «Desarrollo de un plan de gestión sostenible y participativo para el Pantanal» y su ejecución está encabezada por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), que cuenta con la colaboración de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), la Secretaría del Ambiente (SEAM), la Comisión Nacional Paraguaya de Cooperación con la Unesco, la Gobernación de Alto Paraguay, el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), la Secretaría Técnica de Planificación (STP) y la Asociación Guyra Paraguay.
Para avanzar en la postulación se realizaron misiones técnicas a cargo de los representantes de las instituciones involucradas que viajaron al Pantanal paraguayo para ponerse en contacto con los pueblos originarios ya que es necesario llevar a cabo una tarea de socialización e información sobre las intenciones de postular algunas de sus tierras como Patrimonio Natural de la Humanidad ante la UNESCO, ya que su consentimiento es imprescindible al ser habitantes de este territorio.
El objetivo de lograr que el Pantanal sea declarado Patrimonio Natural de la Humanidad es protegerlo de las amenazas a las que se expone como la deforestación y el proyecto de hidrovía, que implica canalizar el río Paraguay para que haya mayor eficiencia de navegación. Al mismo tiempo desde el lado brasileño hay proyectos para la construcción de hidroeléctricas que causarían graves impactos en los cauces de agua que llegan hasta ahí. Por otro lado, según los expertos, del lado boliviano se podría recibir la mayor amenaza, con la minería a cielo abierto del Proyecto Mutún, para la explotación de manganeso.
De concretarse exitosamente la postulación, el Pantanal se sumaría a las Misiones Jesuíticas de Jesús y Trinidad que hasta el momento son el único Patrimonio Cultural de la Humanidad en Paraguay, declarado por la Unesco en 1993.