En el barrio de San Telmo sobre la calle Brasil, algo escondida por un edificio lindero, frente al Parque Lezama muestra sus cinco cúpulas acebolladas de color azul, coronadas por cruces que miran al Oriente. Es la Iglesia Ortodoxa Rusa de la Santísima Trinidad, presente allí desde hace ya más de un siglo.
En las últimas décadas del siglo XIX y debido a la profusa inmigración que llegaba a estos lares, se habían radicado en Buenos Aires, griegos y eslavos (dálmatas y montenegrinos), muchos de ellos practicantes de la fe ortodoxa. En ese momento no existía representación alguna de la Iglesia Ortodoxa en toda Sudamérica. Entonces elevan un pedido al Zar Alejandro III (en esa época los zares eran los protectores de esta iglesia) para que envíe un sacerdote a la Argentina. Efectivamente, así lo hace, y en 1888 firmó el ¨ukaz¨ (decreto) ordenando la fundación en Buenos Aires de la Iglesia Ortodoxa adscripta a La Legación Imperial de Rusia en América del Sur. Lo curioso es que aquí los rusos propiamente dichos no alcanzaban a la media docena.
En enero de 1889 se celebra la primera misa, oficiada por el Padre Miguel Petrovich Ivanoff, que había sido designado por el zar. El Padre Miguel retornó prontamente a Rusia por cuestiones familiares. En su reemplazo fue designado el Padre Constantino quien requirió dinero a Rusia para la construcción de una Iglesia sin obtener resultados positivos. En 1897 vuelve a Rusia donde hace una gran campaña a través de folletos, publicaciones en periódicos y sermones, consiguiendo así importantes fondos. Esto llegó a oídos de la familia imperial, quienes lo citan para mostrarle su beneplácito y, hacer además, generosas donaciones particulares.
El 6 de diciembre de 1898, festividad de San Nicolás, se coloca la piedra fundamental en la calle Brasil. Los planos fueron realizados por M.T. Preobrazshensky, arquitecto del Santo Sínodo de Rusia. La obra fue dirigida por el arquitecto Alejandro Cristophersen, también desinteresadamente. La iglesia de estilo moscovita de los siglos XVII y XVIII fue inaugurada en 1901 con la presencia del Presidente de la Nación, Julio A. Roca.
En el atrio hay 2 murales: «Bautismo de Rusia» y otro con motivos sobre la Virgen, Jesús y San Juan.
En el interior ricamente decorado, se encuentran varios íconos y el altar orientado hacia el oriente. Los cielorrasos poseían importantes pinturas que, con el paso del tiempo se fueron deteriorando. Actualmente están en proceso de restauración.
Actualmente, una vez al mes, generalmente los segundos domingos, se realizan visitas guaidas a las 15,30 hs.