Por Tito Gastaldi

 


El Caribe, ese amplio mar que forma parte del Océano Atlántico, entre el Norte de América del Sur y el Sur de América del Norte posee numerosas islas,muchas de las cuales se agrupan bajo el nombre de Antillas. Las hay Mayores (Cuba, Puerto Rico, Bahamas, etc.) y Menores (son las que se hallan  desde el Este de Puerto Rico hasta la costa occidental de Venezuela).

Dentro de las Menores las hay de Barlovento y Sotavento. Aquéllas, las de Barlovento constituyen el límite oriental del Mar de las Antillas, las que más se alejan del territorio continental americano. Éstas, las de Sotavento, se encuentran más cercanas al continente frente a las costas venezolanas. Ellas son Aruba, Bonaire y Curaçao más las dependencias federales de Venezuela.

Las tres mencionadas en primer término fueron colonizadas por los holandeses al igual que Sint Marteen conformando las “Antillas holandesas”. Esta unidad se desmembró en 2010.  A partir de entonces, Aruba,  Curaçao y Sint Marteen son territorios independientes aunque bajo un “protectorado” holandés. Y Bonaire es un municipio que sigue dependiendo de Holanda.

De las tres islas de Sotavento, Curaçao es la mayor con 444 km2; Bonaire tiene 288 km2 y Aruba tan sólo 180 km2. Todas poseen playas rodeadas de un   mar con colores increíbles y aguas templadas y calmas, lo que las hace muy turísticas.

Una característica en común que poseen es el idioma local, el “papiamento”, una mezcla de español con afroportugués. Además, debido a su colonización el neerlandés es también idioma oficial. El inglés y el español son hablados por muchos habitantes.

 

CURAÇAO

El turismo es una de sus principales actividades económicas  Sus playas de arenas blancas y aguas turquesas son cautivantes. Existen más de 40 playas, principalmente en el Suroeste, debido a estar más protegidas de los vientos. Hay muchas privadas y algunas de acceso público. Mambo Beach (privada, de costo accesible) es una de las más reconocidas. El snorkeling y el buceo son actividades acuáticas que se practican aquí.

Hay una gran diversidad cultural en la isla: 55 culturas diferentes conviven. El comercio de diamantes y otras piedras preciosas es importante y hay variedad de locales dedicados a ello, con buenos precios debido a la exención impositiva.

El “licor de Curazao” es el producto gastronómico más reconocido. Se elabora con cáscaras de naranjas amargas originarias de allí. El más tradicional es el Blue Curazao, aunque el color está dado por colorantes y no por una sustancia que cambie su sabor. Hoy existen diversas variedades saborizadas.

Otra actividad económica importante es la refinación de petróleo proveniente de Venezuela.

Willemstad, la ciudad de Guillermo,en honor a Guillermo de Orange, es la capital en la que destacan sus construcciones multicolores de típico estilo holandés. Posee 2 distritos: Punda y Otrobanda separados por la Bahía de Santa Ana.  A fin de comunicar ambos distritos, existen 2 puentes. El puente Reina Juliana, es una estructura de concreto que se eleva varios metros sobre el agua para permitir el paso de las embarcaciones desde y hacia el Puerto de Schottegat.  El otro, llamado Reina Emma, es un puente flotante que puede ser girado cuando alguna embarcación deba transitar por allí. Este puente es utilizado diariamente por gran cantidad de personas que se trasladan hacia uno u otro de los distritos a pie o en bicicleta.

El Fuerte Rif, que servía para la defensa de la isla en su época colonial ha sido transformado en un centro comercial, que constituye uno de los atractivos de la ciudad. Una comunidad judía se estableció tempranamente en esta isla construyendo la sinagoga Mikvé Israel – Emmanuel, la más antigua en territorio americano (c. 1651)

Otrobanda (“el otro lado”, en papiamento) es el área más joven destacándose las actividades culturales.

La ciudad es Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1997.

 

BONAIRE

Bonieru en papiamento, es una pequeña isla árida con leves elevaciones interiores de unos 200 m. y la presencia de algunos lagos salados. Posee un Parque Nacional de 55 km2 en el que se preservan, fundamentalmente, 195 especies de aves.

La población, sólo unas 20.000 personas, viven mayoritariamente en Kralendijk. Las principales actividades son la turística y la extracción de sal. Ésta fue iniciada por los holandeses, quienes llevaron esclavos negros y blancos para realizar las tareas. Hoy se observan aún  las casuchas en las que estos pobres hombres “descansaban”: pequeñas construcciones de paredes blancas y techo a dos aguas negro, de poco más de 1,50 metros de altura y no más de 2,50 m x 1,50 m de lado con una mínima abertura de unos 30 x 30 cm a modo de ventana y otro vano también muy pequeño a modo de puerta. Allí pernoctaban 5 ó 6 personas hacinadas, en condiciones francamente infrahumanas. La actividad fue decayendo pero en la década del 60 comenzó a renacer. La nueva explotación es desarrollada por la multinacional Cargill. El agua de mar ingresa a unas lagunas donde se la deja cristalizar aproximadamente 4 meses, período en el cual las aguas de la laguna toman un color rosado por la incidencia de la luz solar. Entonces la sal es removida hacia los costados de estas lagunas donde se observan montañas blanquísimas. La pureza de esta sal hace que sólo sea utilizada para consumo humano descartándose otros usos. Diversas especies de aves tienen su hábitat en las lagunas o estanques de evaporación. Los flamencos rosados pasan sus días allí pero vuelan hasta las muy cercanas costas de Venezuela para pernoctar. La empresa a cargo de la explotación tiene un compromiso de preservación y protección de toda la fauna del lugar.

En el lecho marino en derredor de la isla hay muchos sectores con rocas, lo cual contribuye a la nitidez de sus aguas; se puede ver claramente hasta 30 metros de profundidad. Por ello, la isla es un paraíso para los buceadores que arriban desde todo el mundo. El patrimonio natural se halla protegido en el Bonaire Marine Park, destacándose los arrecifes de coral. Entre ellos hay corales de fuego, cuyos bordes blancos poseen una sustancia muy irritante, por lo que se deben tener precaución y evitar su contacto con la piel

Encontramos playas para disfrutar del mar caribeño principalmente en el sector occidental. Hay hoteles y resorts con playas propias así como otras de acceso público. Con un colorido parador de madera que funciona como bar con tragos y sándwiches Coco beach es una de ellas. Las palmeras cocoteras rodean el lugar que invita al  “dolce far niente”.

 

ARUBA

La más pequeña de las islas de Sotavento, aunque no por ello menos hermosa,  posee varios centros poblados. La población total ronda los 115.000 habitantes.

En el Centroeste de la isla se sitúa Oranjestad, la capital,  que posee construcciones de estilo colonial holandés, aunque en menor medida que en Curaçao. Sin embargo, se han realizado recreaciones de este estilo en edificaciones más modernas tales como el Centro Comercial de Royal Plaza y a lo largo de la calle principal, Caya Betico Croes, conocida como Main Street.

Uno de los atractivos de la isla se encontraba en la costa oriental: el Puente Natural. Constituido por piedra caliza, tenía unos 30 metros de longitud y casi 8 de altura. Hace alguno años se derrumbó durante una noche. Sobreviven otros más pequeños en las inmediaciones y pueden observarse los restos del original caído. Los tours llevan a los viajeros hasta el lugar. Allí hay una tienda de souvenirs y cafetería que ofrece unos típicos pastelillos de queso.

El faro California en el extremo Norte de Aruba es otro atractivo. Su nombre lo toma de un barco americano que se hundió frente a estas costas. Este hecho llevó a la  construcción del mismo.

Pero, indudablemente, el mayor atractivo de la isla son sus playas de finísma arena blanca y las aguas turquesas que llegan a ella. Nadar en las transparentes y cálidas aguas caribeñas es un gran placer.

 

PANAMÁ

Este país centroamericano es mundialmente conocido por el Canal que permite la comunicación entre los océanos Atlántico y Pacífico.

 

En 1914 se inauguró la obra original y su ampliación en 2016. Esta gran obra de ingeniería que consta de esclusas, canales y lagos artificiales se construyó en la parte más estrecha del istmo de Panamá sobre el Atlántico. El ingreso se ubica en Bahía Limón, en las cercanías de la ciudad de Colón. Las esclusas originales de este sector se llaman “Esclusas de Gatún” y poseen una longitud de aproximadamente 3 kilómetros desde la Bahía hasta el Lago Gatún (que fue creado artificialmente) y eleva los barcos unos 26 metros. Luego éstos continúan navegando en el lago hasta llegar al sector más cercano al Océano Pacífico. Allí se encuentran las esclusas de  Pedro Miguel y de Miraflores que hacen descender los barcos hasta el nivel del mar para que éstos puedan salir navegando por este océano en el Golfo de Panamá y viceversa.

Los nuevos superbarcos de fines del siglo XX y del siglo XXI resultaban demaisado grandes para pasar por el canal. Por tanto, a fines del siglo XX se proyectó la ampliación del canal con la construcción de nuevas esclusas de mayor anchura que las originales (denominado “manga” en lenguaje marítimo). Así se construyeron las esclusas de Agua Clara (Atlántico) y de Cocoli (Pacífico). inauguradas en 2016.

La “manga” (ancho) de las embarcaciones que pueden ingresar al Canal se denomina Panamax para aquellas que son aptas para transitar el canal original y New Panamax para las de mayor tamaño que pueden utilizar la ampliación de 2016.

El canal es utilizado intensamente; miles de barcos pasan por él durante el año. Para cruzarlo los cuales deben abonar un “peaje” que varía según el tamaño del barco. Los New Panamax tienen tarifa más alta, habiendo llegado hasta más de U$S 300.000. La permanencia de un barco en el canal desde su ingreso en una esclusa, el cruce del lago y su salida por la otra esclusa es inferior a 24 horas.

La administración del Canal está a cargo de la Autoridad del Canal de Panamá.  Ésta es una de las obras de ingeniería más destacadas del siglo XX, tomando en consideración que se inició en las primeras décadas cuando el desarrollo tecnológico no era aún tan importante como lo es ahora.

En la ciudad de Colón se ubica la zona franca de Panamá, una de las mayores del mundo. Un  gran cerco perimetral delimita el amplio sector, dentro del que se encuentran depósitos de grandes dimensiones y un área comercial en cuadrícula conformando manzanas. En ellas hay edificios que albergan a   negocios de los más variados rubros destacándose, los de electrónica y perfumería. Al ser precios libres de impuestos, suelen resultar atractivos. En el área no existen bares o restaurantes, sólo puestos callejeros donde los trabajadores compran su comida. Tampoco hay sanitarios públicos, salvo en algunos pocos comercios en los que los clientes pueden utilizarlos.

 

Así les he ofrecido una breve reseña de las islas de Sotavento del Caribe y el Canal del Panamá. Ahora, me despido hasta la próxima nota en la que les contaré acerca de otros destinos.